![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjP92ENiDvMhaBClp4VW2ZWlwmGlT0ZFAB6CFjd9v06hytSFBE0pk2EA8J6a3bEApmeslrrlGlquAZFmQBFCBs8hOz9x-WuDHjY_FqexV0Z9QYFCWQkvFbz6MFQ6h1nSkLsplRn0hTAh8y8/s400/fotito.png)
Más
tarde visitamos el barrio y la capilla de San Antonio. Es un barrio central de uso residencial que escapa de los esquemas
generales del comportamiento de los demás barrios centrales. Ha conservado en su rica arquitectura el colorido, la sencillez, la frescura
y calidez ambiental de un pequeño pueblo dentro de una gran ciudad, en él
sobresalen talleres artesanales, anticuarios, espacios para el arte y la
cultura y pequeños restaurantes que mantienen la tradición colonial popular.
La Capilla de San Antonio, cuenta la historia que doña Dorotea Sánchez, la víspera del cumpleaños de
sus gemelos Pedro y Pablo no contaba tan siquiera con un real para obsequiarles
algún presente, quiso entonces prepararles algo pero solo tenía agua y azúcar.
Su angustia hizo que encomendara el milagro a San Pedro y San Pablo; en
respuesta a su llamado, una buena señora llegó a su casa y le enseñó cómo
llevar ese azúcar con agua al punto de poderlo convertir en Las Macetas con las
que hoy en día, cada 29 de Junio los padrinos obsequian a los ahijados en su
día.
Sandra
No hay comentarios:
Publicar un comentario