viernes, 15 de mayo de 2015

Día 7 de Mayo


Al día siguiente, 7 de Mayo de buena mañana y tras tomar un desayuno muy completo, nos dirigimos al Monumento a las tres cruces, el cual se encuentra en una colina de 1.465 metros sobre el nivel del mar, en el norte de la ciudad de Santiago de Cali. En su cima los caleños colocaron en 1837 tres cruces de guadua para conjurar a la ciudad de los males del "buziraco", demonio que desde España anunció la ruina de Santiago de Cali. Desde esa época para acá, los caleños suben a la loma cada 3 de mayo para rendir homenaje a la santa cruz y allí se celebra la santa misa. La cruz central mide 26 metros y las cruces laterales, 22 metros. Estas gigantes cruces en lo alto de las montañas occidentales, son tradicionales por las peregrinaciones de los fieles en época de semana santa y de paseos ecológicos.
Más tarde visitamos el barrio y la capilla de San Antonio. Es un barrio central de uso residencial que escapa de los esquemas generales del comportamiento de los demás barrios centrales. Ha conservado en su rica arquitectura el colorido, la sencillez, la frescura y calidez ambiental de un pequeño pueblo dentro de una gran ciudad, en él sobresalen talleres artesanales, anticuarios, espacios para el arte y la cultura y pequeños restaurantes que mantienen la tradición colonial popular.
La Capilla de San Antonio, cuenta la historia que doña Dorotea Sánchez, la víspera del cumpleaños de sus gemelos Pedro y Pablo no contaba tan siquiera con un real para obsequiarles algún presente, quiso entonces prepararles algo pero solo tenía agua y azúcar. Su angustia hizo que encomendara el milagro a San Pedro y San Pablo; en respuesta a su llamado, una buena señora llegó a su casa y le enseñó cómo llevar ese azúcar con agua al punto de poderlo convertir en Las Macetas con las que hoy en día, cada 29 de Junio los padrinos obsequian a los ahijados en su día.

Sandra

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